Nota: artículo publicado originalmente en la extinta Latitud194.com el 14/11/2013
Durante varios días de noviembre en 1975 se cristalizó uno de los episodios políticos que más vergüenza debería darnos como ciudadanos con nacionalidad española. El 14 de noviembre de ese año se firmaron en el Palacio de la Zarzuela los llamados Acuerdos Tripartitos de Madrid, una declaración de principios en la que se incluye la retirada española del territorio del Sahara Occidental en menos de un año y la puesta en marcha de una administración temporal llevada a cabo por Marruecos y Mauritania. Además, se incluyeron aspectos económicos en unas actas diferentes, reconociéndose derechos de pesca en las aguas del Sahara a 800 barcos españoles, así como otros derechos en aguas marroquíes. Del mismo modo, España le vendió a Marruecos el 65% de la empresa explotadora de fosfatos, Fos Bucrá, por 5.850 millones de las antiguas pesetas. Este texto supuso “formalmente” la cesión unilateral del territorio, haciendo caso omiso a las directrices de la ONU.
Aún hoy colean, tristemente, las consecuencias de este acuerdo, con la mitad de la población saharaui en unos campamentos de refugiados argelinos y la otra en un territorio ilegalmente ocupado. Unos acuerdos que son ilegales desde el punto de vista del Derecho Internacional. Entre la literatura escrita sobre este acuerdo, destaca sobremanera (y en general sobre todo el origen del conflicto), el libro “La Historia Prohibida del Sahara Español”, escrito por el periodista Tomás Bárbulo. Basándonos principalmente en datos de este libro (cuando no sea así, será citado específicamente), abordamos la cuestión desde el punto de vista nominativo, es decir, desde la perspectiva y actuación de diferentes personajes considerados clave en aquel proceso.