Pertenezco a un grupo scout desde hace 18 años. He pasado de ser un niño pequeño que iba a divertirse al parque de su barrio a convertirme en un voluntario con formación que ejerce de monitor o coordinador de actividades juveniles. Este hecho me ha permitido mantener multitud de largas conversaciones para aclarar ciertas dudas con gente de mi alrededor que o bien no tenía ni idea de lo que significa un grupo scout o bien tenía una visión distorsionada.
Reconozco que el origen del movimiento scout, militar y surgido en plena Guerra de los Boers a finales del siglo XIX y principios del XX no me entusiasma demasiado. Pero a nivel educativo, los scouts proponen una metodología espléndida y muy completa en el campo de la educación no formal.
Los scouts han vuelto a aparecer en los medios generalistas “gracias” al programa reality de televisión, “Campamento de Verano”, emitido en Telecinco. Varios personajillos famosetes tales como modelos, habituales de programas del corazón o de otros programas de tv similares tienen que convivir en un campamento de verano sometidos a ciertas normas de disciplina y sumisión, según dijeron en el primer programa. Estos personajillos se someterán al juicio de otros tres personajillos que actúan como jurado según se comporten o convivan entre ellos los concursantes. Un jurado que no tarda ni un minuto en discutir a gritos y que al rato llaman gordas a dos concursantes. A los concursantes les llaman scouts, llevan una camisa de color beige (parecida al uniforme que se llevó durante varios años) y una pañoleta de color rojo.