Archivo mensual: junio 2013

Aquella fue la noche de que te hablé

Aprovecho que durante estas semanas se le está dando bastante bombo a la antología, en forma de Disco y Libro, del grupo Leño, para rescatar una crónica que realicé el 17 de febrero de 2010. La página web para la que la hice murió. ¿Lo ha hecho el rock en castellano? Eso, para otro día.

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Rockstyle asistió a un momento histórico en el rock estatal: la vuelta, efímera, de Leño, el segundo grupo de Rosendo Mercado tras Ñu, considerado como el punto de inicio de todo el “rock urbano” que vino después.

Nacer a mediados de los años 80 tiene sus desventajas claras. Nos perdimos la llamada movida madrileña, nos perdimos poder ver a los Ramones, nos perdimos el Mundial de España, etc. Y los seguidores del rock urbano nos perdimos a los Leño. “Antes de los Leño no había nada de rock”, repiten muchos nostálgicos del circuito rockero. No quiero entrar en debates banales a estas alturas de vida, pero lo que parece claro es que aquel trío madrileño marcó un antes y un después en la forma de hacer rock en nuestro país.

Rosendo ha seguido en activo, casi 20 discos lo avalan, forjando una carrera musical coherente consigo mismo,  cercana, sencilla y llena de calidad. Pero quedaba la espina de que cogiera por banda a sus primerizos compañeros Tony Urbano y Ramiro Penas para rememorar aquellos, escasos, cinco años de Leño. Y es que, pese a todo, los Leño sólo duraron cinco años, y quizás por eso tenga más mérito su repercusión.  Sus influencias han llegado a todos los rincones, y así se puede ver en el disco de autohomenaje que han dirigido los propios componentes de la banda. “Bajo la corteza” recoge 26 canciones de la banda interpretadas por artistas tan variopintos como Extremoduro, Pereza y Burning, Miguel Ríos, La Shica, Luz Casal, Celtas Cortos, Barricada, Antonio Vega (en su última grabación antes de marcharse para siempre) o Javier Ruibal.

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Cuando os hagáis la foto….

Artículo original publicado para DiarioAb el sábado 22 de Junio. 

 

La próxima semana, entre el lunes 1 y el martes 2 de Julio, llegarán a Albacete unos visitantes especiales. No hablo de turistas dispuestos a visitar nuestra ‘bella’ ciudad y potenciar nuestra economía. Me refiero a los niños y niñas saharauis que, verano tras verano, llevan viniendo a nuestro país desde hace décadas gracias al programa ‘Vacaciones en Paz’.

Este año, serán unos 4.500 los que pasarán poco más de dos meses en todos los puntos del Estado español. En nuestra provincia serán 70, de los cuales a todos menos 11 los podremos ver por las calles, parques y piscinas de la capital. También los podremos ver en las instalaciones municipales, de cuyas arcas se destinan unos 50.000 euros para pagar los viajes, en su tradicional recibimiento. Bien es cierto que podemos conformarnos con que la administración albaceteña siga invirtiendo este montante de dinero, pero es importante señalar ciertos aspectos. Por ejemplo, que el pasado año vinieron casi el doble, 135, o que el dinero destinado se sigue reduciendo año tras año, desde los 78.500 euros de 2011 hasta la cifra actual.

Como uno de los objetivos específicos del programa es «sensibilizar a la población albaceteña sobre la situación del pueblo saharaui», me permito la licencia de aportar mi granito de arena. Merece la pena recordar a la concejal de Asuntos Sociales, Eva Navarro, y a la alcaldesa,  Carmen Bayod,  que, cuando sonrían y se hagan la foto de turno, piensen en que pertenecen a un partido político que hizo bandera electoral para la solución del conflicto en multitud de ocasiones. Que luego desde el Ministerio de Exteriores no se ha hecho nada para apoyar. Bueno sí, hacerse fotos con Aminetu Haidar y no ser tan explícitos cuando hay represión (constante) hacia los saharauis. (Reto a alguien a encontrar condenas explícitas y directas).

Conviene recordar también a la oposición, es decir, al PSOE, sean Carmen Oliver o Antonio Martínez, que pertenecen a un partido político cuyos líderes han pasado del  «hasta la victoria final» a la tibieza vergonzosa y mentirosa de Trinidad Jiménez o de un Zapatero que se permitió la frivolidad, junto a Moratinos, de decir que se solucionaría el conflicto en meses.

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¿Pelearíamos el derecho a una televisión pública?

Ayer, el Gobierno griego decidió cerrar por decreto la televisión pública griega. Más allá de la tremenda humillación, como bien apunta Íñigo Sáenz de Ugarte, inevitablemente se me viene a la mente pensar si esto pudiera pasar aquí. Ya no sólo una decisión similar en el nombre del sacrosanto ahorro avalado por Europa, sino también por las reacciones. Las primeras, las de los periodistas. Estos trabajadores aún mientras escribo estas líneas siguen encerrados en la sede principal de la ERT, y siguieron emitiendo para todo el mundo en streaming, no así para Grecia, donde cortaron la señal fulminantemente. Y además, miles de personas han acudido  y permanecido a las puertas de su televisión pública protestando la decisión. ¿Podría pasar algo así en nuestro país? Hagan un ejercicio de imaginación e intenten pensar en si Ana Blanco, Marcos López o Sergio Sauca permanecerían «peleando» el derecho a una televisión pública. O Somoano y Echenique.  O imaginen si miles de personas saldríamos a la calle en señal de apoyo.

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